Se llega a esta ensenada por una empinada carretera que parte de un aparcamiento que se encuentra a medio kilómetro de Bañugues en dirección al Cabo de Peñas.

En este lugar se ubicó una importante explotación de hierro en forma de hematina. La playa, de unos trescientos metros de longitud, está compuesta por cantos y arena.

Lo más llamativo de esta playa es el color rosado del agua debido al contacto del yacimiento mineral de hierro con el mar.

Junto al aparcamiento se encuentra un pequeño puerto que servía de cargadero del mineral.

También hay junto a la playa una bocamina y ruinas de explotación. Estas ruinas han servido de paisaje cinematográfico en más de una ocasión. La utilización de esta playa es baja, siendo muy utilizada por pescadores.

Históricamente, Llumeres ha sido un yacimiento mineral explotado desde la Cultura Castreña, ya que, en opinión de los excavadores del castro de la Campa Torres, en Gijón, aquí era donde se surtían los habitantes de la zona para sus producciones metalíferas. 

En la Punta de la Nervata, o Ñarvata, que cierra la ensenada por el este, se encuentran los restos de un antiguo castillo. Hacia el oeste de Llumeres se localiza la pequeña cala de Viodo.